Por Hugo Caro – @Faisanizate

Antes de llegar a Santa Fe, hizo historia siendo el primer colombiano en jugar en el extranjero, en San Lorenzo de Almagro para ser más precisos. Allí llegó gracias a la recomendación de René Pontoni, que al igual que el Caimán también vestiría la camiseta cardenal tiempo después. Además de Pontoni, Sánchez compartió camerino con gran parte del equipo histórico del ciclón de Boedo de 1946 y que también pasaron por Santa Fe, como Ángel Perucca y Hector ‘el Pibe’ Rial.

Fue en su estadía en suelo gaucho que recibió el sobrenombre que lo acompañó el resto de sus días, pues la prensa al enterarse de que nació en Barranquilla, le cambió el Efraín que le pusieron sus padres por el Caimán, que hacía parte del coro de la cumbia escrita por su coterráneo José María Peñaranda, el Hombre Caimán.

En Santa Fe tuvo un paso si se quiere poco significativo. Su periplo tuvo lugar entre 1953 y 1954, con un total de 18 partidos, donde compartió lugar con dos de los jugadores que lo acompañaron en esa participaron del mundial de Chile 1962: Hernando Tovar ‘el Mono’ y Jaime Silva.

Del León saltó a Independiente Medellín donde compartió camerino con uno de los mejores extranjeros que pasó por el fútbol colombiano, José Manuel ‘el Charro’ Moreno. En Medellín se hizo con los títulos de 1955 y 1957, para después ser campeón como jugador y técnico de Millonarios, en 1964.

Paz en la tumba de uno de los goleros más significativos de nuestro fútbol.